VAMOS CAMINO DE REGRESO

La Pilgrim House abrió sus puertas alrededor de 1810 y contó con Henry David Thoreau entre sus huéspedes. La estructura original, tan alejada de la calle que había espacio para una glorieta o un quiosco de música en el patio delantero, podría haber datado de finales del siglo XVIII.

La casa fue comprada en 1810 por Benjamin Gifford para utilizarla como posada. La esposa del vendedor, Phineas Nickerson, se oponía tanto a la idea de desprenderse de esto que deseó abiertamente que un terremoto lo destruyera. “Singularmente ocurrió algo que sacudió y hizo sonar los platos y causó un ligero daño al edificio”, escribió Herman A. Jennings en Provincetown, Or Odds and Ends from the Tip End (1890).

De Benjamin Gifford, la propiedad pasó en 1847 a su hijo, James Gifford, quien también era dueño de Gifford House en Carver St. El joven Gifford, informa Jennings, “realizó grandes y extensas modificaciones y mejoras”. Los Gifford controlaron la propiedad hasta 1873, cuando el tío Sam Smith de Samuel Sands la alquiló a Isaiah Gifford. En 1890, como resultado de años de modificaciones y ampliaciones, “queda muy poco del edificio original, excepto la estructura”, escribió Jennings. En ese momento, el edificio todavía se denominaba 313 Commercial Street. WH Potter era el propietario en 1901.

Al igual que su contraparte moderna, Pilgrim House también servía como local nocturno. En la década de 1950, una orquesta de baile tocaba los sábados por la noche en lo que entonces se llamaba Sea Dragon Club. En la década de 1960, lo que ahora se conocía como el Madeira Club acogió a todo tipo de talentos, incluido, en el verano de 1967, un joven comediante con “cara de plástico”, que estaba ganando fama como intérprete en The Garry Moore Show. en CBS-TV. Ella era Lily Tomlin y su exitosa carrera en Pilgrim House ocurrió dos años antes de unirse al elenco de Rowan & Martin's Laugh-In en NBC, que le trajo un verdadero estrellato nacional. Su reserva la llevó a Provincetown por primera vez. "Me encanta estar aquí", dijo a The Advocate (20 de julio de 1967), "pero es frustrante no poder dejarme crecer la barba".

Aunque muy transformado, el edificio logró durar hasta octubre de 1990, cuando fue destruido en un incendio de cuatro alarmas que requirió más de 100 bomberos de siete ciudades del Cabo para extinguirlo e hirió a más de una docena de personas. La Casa de Peregrinos fue una pérdida total. Donald R. Edwards reconstruyó la Casa de Peregrinos. Si bien ocupaba aproximadamente el mismo espacio, en su nueva encarnación la propiedad se centraba más en el entretenimiento que en el alojamiento, aunque tenía 20 habitaciones para huéspedes. Edwards pensó que a Provincetown le faltaba un club de mujeres que pudiera competir con el exitoso Pied Piper. Christel Krahulik escribió que poco después de que Vixen abriera a mediados de los 90, superó al Flautista como el bar de mujeres más popular de Provincetown.

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